sábado, 29 de junio de 2019

"El placer de conocer y la necesidad de saber": Gracián y colofón del curso 18-19

Cerramos el curso con el aprendizaje que nos ha brindado la literatura. El espíritu de Gracián ha quedado resonando desde que en febrero asistiéramos a la loable adaptación de El Criticón para la escena.

Muchas gracias al Teatro del Temple por ayudarnos a enseñar a Gracián y a transmitir a estas generaciones, tan paradójicas, tan del nuevo milenio y, sin embargo, tan barrocas y desengañadas, esa "metáfora sobre la sociedad que se descompone, atrapada por sus propias contradicciones  y a la que solo salva del hundimiento definitivo sus rituales y sus ceremonias". 

La propuesta fue seleccionar algunos de los aforismos que se recogen en la obra y realizar una reflexión filosófico-literaria sobre ellos. Aquí van para la reflexión... 
Quedáis todos invitados a la página de la "Embajada de Gracián" para añadir vuestros comentarios y  descubrir una selección de las mejores reflexiones sobre algunos de ellos del público de 1º de Bachillerato A y C del IES Grande Covián.


  • La verdadera felicidad no consiste en tenerlo todo sino en no desear nada.
  •  Es un mecenas que más bien “me comes” (referencia al personaje de Salasano, juego de palabras, anagrama en concreto, por Lastanosa. ¿Quién fue Lastanosa y qué era un mecenas? Explica el juego de palabras).
  • El aburrimiento es una rutina cansada de repetirse.
  • Para vivir, callar y ver.
  • La embajada del mundo donde son bienvenidos los refugiados del naufragio del mundo.
  •  Placer de conocer y necesidad de saber: necesidad de superar los desafíos.
  • Hablar “en culto” es hablar a oscuras (relaciónalo con las corrientes conceptismo y culteranismo).
  • El azar es sorprendente pero nunca se equivoca.
  • Cuando los ojos ven lo que nunca vieron el corazón siente lo que nunca ha sentido.
  •  El corazón no siempre se fía de lo que los ojos ven.
  • El sol resulta invisible de puro visible.
  •  No llegamos a ser nada si la conciencia no lo permite.
  • El diablo es discípulo aventajado del azar (o el azar es hijo del demonio)
  • Pronto lo nuevo se hace viejo.
  • No decir la verdad no es necesariamente mentir, es prudencia.
  • El bien deleitable, útil y honesto.  (¿O por el contrario debería ser como dice Critilo, “el bien honesto, útil y deleitable? ¿A qué se refiere con el bien?)
  • El hombre al revés pone la mirada en los fines, no en los medios.
  • Donde hay doctores hay dolores.
  •  La verdad casi siempre es amarga. Sin embargo, los niños, que son dulces, dicen las verdades (como los locos). Pero la verdad es amarga porque es fácil decirla pero difícil de escuchar.
  • Nacemos desnudos y llorando a la tragedia del teatro del mundo.
  •  El saber es prescindir.
  • La generosidad deja de serlo cuando compra la voluntad, entonces es soborno.
  • Todo en la vida pasa ligero porque no existe el amor verdadero.
  • No hay que recordar demasiado. El futuro nos condena a un presente de sufrimiento.
  •  El alcohol nos engaña para sobrevivir. Mirar para poder aprender. Beber te hace ciego.
  •  Existir nos obliga a decidir y eso nos provoca náuseas.
  • Mundo rugiente donde el pasado se hace presente.
  • El hombre es una oposición entre verdades y maldades.
  •  La vida es una cárcel y en las cárceles se ha perdido el juicio.
  •  El amor es el egoísmo absoluto solo porque no puede compartirse.
  •  Un asesino es un hombre que se quebró y se ha reconstruido.
  •  La vida te duele y no puedes morir.
  • No importa lo que seamos, que solo es verdad lo que aparentamos.
  • El hombre es un  misterio: no ser nadie y serlo todo.


sábado, 22 de junio de 2019

"Dulces mentiras": la verdadera revelación del arte a escena.

Zaragoza, 20 de junio 2019. A Gabriel Sánchez.

"El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse humana, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía".   


Velada teatral en el Teatro de la Estación. Hacía tantos años desde mi última visita (recuerdo con especial cariño cuando con nuestro grupo escolar de teatro de 1996 asistimos a la puesta en escena de La venganza de Don Mendo)... Esta vez la ocasión era aún más emocionante. Dulces mentiras, versión del texto Usted tiene ojos de mujer fatal de Jardiel Poncela, interpretada por los alumnos de la Escuela del teatro. El papel protagonista de Sergio Hernán, un dandi seductor aparentemente incorregible, tenía los ojos de Gabriel. Conocí su  mirada atenta y llena de inquietud literaria en el aula aquel curso 2016-2017. El objeto de su mirada entonces eran los espléndidos detalles que captaba de modo magistral tras su cámara fotográfica. Esta tarde han sido mis ojos los que, contemplándolo sobre la escena, rescataban imágenes grabadas ese 4º de ESO hablando precisamente de dandis y mujeres fatales y, por su puesto, de Lorca y del teatro como literatura (o poesía) hecha humana.
Después de la emoción de ver la espléndida actuación y del abrazo del reencuentro tras dos años no podía contener el interés por conocer qué le provocó la revelación del arte de la escena. Quería reseñar sus palabras, pero no me resisto a transcribirlas casi literalmente: "Siempre había estado detrás de una cámara y nunca delante del público... pero me ayudaste a entender la literatura como arte, a verla como una catedral o un cuadro, a ver a un escritor como un arquitecto. El teatro no es solo la historia que un artista escribió, es la historia que no se escribe y que está detrás del guion (el teatro es la literatura que se vive)".
No hubiese sabido explicarlo mejor... Hoy el teatro, a través de los ojos de Gabriel, me ha enseñado a mí una lección esencial: la vida dedicada a la enseñanza de la literatura tiene el sentido de lo sublime, de lo que impacta y emociona de modo conmovedor (a pesar del cierto trasfondo frustrante o incluso trágico en ocasiones). La literatura, hecha ojos, miradas, corazón y sangre que nos impulsa a seguir adelante con la ilusión y la llamada de esa voz hermosa y cadencial que se proyecta esta tarde desde el escenario y que porta la revelación de que la vida son sueños, arte y, en fin, literatura.